Se llenaron de silencios los rincones de este viejo mágico lugar.
Sangran las paredes de soledad... se oyen ecos de recuerdos.
Robé tus costumbres matinales para llorarte en cada acción.
Brilló tanto esta casa.
Me quedó el alma vacía de nuevo.
Es todo tan fácil a vuestro lado.
Las mañanas sin sonrisas matutinas
sin vosotras encima de mi cama
sin tostadas
sin agua hirviendo en la cocina
sin limpieza
sin palacios transformados entre telas viejas
sin arreglos
Vuelven las mañanas cotidianas Porteñas
las del mate
las 9 de oro, los libros, las clases
los ensayos, el siete
la vejez de este lugar con flores en el cristal
y Cervantes en mi habitación
con la mitad de mi guarida
con mis libretas y el skype
Me lleno de recuerdos
de tristeza, de tan lejos
de llorar
de frío con ropa de invierno y pendientes estrella
Me quedó el amor
pero ya no se si lo quiero de tan lejos.
Tal vez a veces quisiera volver y la verdad es que siento que os quiero tener cerca.